Burning the Flag
“Quemando la bandera" (Traducción al español por Slippery Elm).
“Burning the Flag" (Spanish translation by Slippery Elm).
English version here.
Cuando nos encontramos en grilletes, atadxs, o en cualquier otra situación de impotencia, la única arma que nos queda es gritar. Gritar el grito sangriento de lxs nigromantes, aquel llanto que resucita a nuestros seres queridos. Llorar aquel llanto que convierte a los déspotas en piedra. Gritar el grito de las banshees. El grito que gritó la cantaora flamenca Tia Añica la Piriñaca cuando declaró: Cuando canto agusto/ Me sabe la boca a sangre....
Dedico esta traducción del siguiente grito a nuestrxs amigxs en Brasil y por toda América Latina. Si mi portugués fuera más que un mero «trabajo en progreso», lo habría traducido al portugués también. Mientras tanto, la siguiente versión en español tendrá que bastar.
¡Que tengan cuidado y que se mantengan fuertes!
Quemando la bandera
Quemo la bandera
que masacró
Quemo la actual
bandera específica alzada
por la caballería estadounidense
que crucificó los Sioux
en el día de Navidad del 1890.
Que arda la bandera
que haraganea
mientras arde la selva.
Que arda la bandera
a la que canta todo el mundo
al comenzar los partidos de fútbol
mientras arde a cada segundo
un campo de fútbol entero de selva.
Prendo fuego a la bandera
que soltó napalm
sobre los niños de Vietnam.
Prendo fuego a la bandera
que cambió armas
por cocaína con escuadrones de la muerte
que violaron y asesinaron
monjas en El Salvador.
Doy candela a la bandera
que apoyó a los Somozas
durante todas aquellas décadas
en Nicaragua.
Quemo la bandera
que quemó la biblioteca de Neruda.
Le meto fuego a cualquier bandera
que promociona el fetichismo de banderas
o las manifestaciones nacionalistas,
los cuales previenen una alianza
global por la paz,
y la salud ecológica.
Hago saludo a la bandera
digna de la palabra
«libertad».
Hago saludo a la bandera
digna de la palabra
«democracia»,
en la que el pueblo manda
¡y no los 500 de Forbes!
Hago saludo a la bandera
que sea un modelo ejemplar para el mundo entero
de la iluminación ecológica.
Hago saludo a la bandera
que hace saludo a toda la Tierra
a toda la Familia Humana
la que invocó Whitman
en su «Salut au Monde»
Hago saludo a la bandera
verde de Whitman.
Hago saludo a la bandera
de la ecología, la que tiene
una letra e donde antes
se hallaban las estrellas
y rayas verdes donde antes se hallaban las rojas.
Hago saludo a la bandera
con el azul añil de nuestro planeta centelleante
en un mar negro,
la que inspira más amor
y pone la piel de gallina más
que aquella Old Glory
llena de boquetes
que inspiró a Francis Scott Key.
Mejor quemar el dólar
o el yen—que son las banderas
a las que realmente somos fieles—
y declarar la amnistía fiscal para todo el mundo
para que podamos dejar de matar a la Tierra
y empezar de nuevo con una economía
en harmonía con la ecología.
Mejor que ardan las banderas
de todas las naciones
delante las Naciones Unidas
a que las naciones mismas ardan
por culpa de una guerra nuclear
o por la de un holocausto ecológico.
Hago saludo a la bandera
que se ofende más por la profanación
del medio-ambiente
que por la profanación
de cualquier bandera.
¡Juro lealtad
a la Tierra!
¡Hago saludo a la bandera de la Tierra!
—Traducción de Slippery Elm
Jeff Poniewaz
When handcuffed, bound, stripped of arms, or otherwise forced into a situation of impotency, the only weapon we have left is to scream. Scream the bloody scream of necromancers that bring back our fallen loved ones. Scream the scream that turns despots to stone. Scream the banshee scream. The scream that gitana flamenco singer Tia Añica la Piriñaca screamed when she stated: Cuando canto agusto/ Me sabe la boca a sangre.... When I sing in the way I like/ My mouth tastes like blood...
I dedicate my rendition of the following scream by the late Jeff Poniewaz to our friends in Brazil and elsewhere in Latin America. Were my Portuguese more than a work-in-progress, I would have transmuted it into that language as well. In the meantime, the following Spanish version will have to suffice.
Stay safe, and stay strong!
Burning the Flag
I burn the flag
that massacred
Wounded Knee.
I burn the actual
specific flag flown
by the U.S. Calvary
that crucified the Sioux
on Christmas 1890.
I burn the flag
that fiddles while
rainforests burn.
I burn the flag
everyone stands & sings
“rockets’ red glare” to
just before a football game
while every second a
football field of rainforest
burns. I burn the flag
that dropped napalm
on children in Vietnam.
I burn the flag
that swapped guns for
cocaine with deathsquads
that raped & murdered
nuns in El Salvador.
I burn the flag that
propped up the Somozas
in Nicaragua all those
decades. I burn the flag
that burned Neruda’s library.
I burn any flag that
promotes flag fetishism
and pep-rally nationalism
that forestalls a global
alliance for peace
and ecological sanity.
I salute the flag
that lives up to
the word “freedom.”
I salute the flag
that lives up to
the word “democracy”
–government by the people,
not by the Forbes 500.
I salute the flag
that is an example
to the whole world
of ecological enlightenment.
I salute the flag that
salutes the whole Earth,
the Human Family
Whitman invoked
in “Salut au Monde.”
I salute the green
flag of Whitman.
I salute the flag
of Ecology, with
the oval “e” where
the stars used to be
and green stripes
where the red ones were.
I salute the flag
with the cerulean blue
of our planet gleaming
in a sea of black,
more love-inspiring
& goosebump inducing
than the Old Glory
with holes in it that
inspired Francis Scott Key.
Better we burn the dollar
& the yen-the flags that
command our true allegiance–
and declare world-wide
Debt Amnesty so we can
stop killing the Earth
to pay our debts, and
start anew with an economy
in harmony with the Ecology.
Better we burn the flags
of all nations in front
of the United Nations
than all nations burn
in nuclear war or
ecological holocaust.
I salute the flag
that is more offended
by the desecration
of the environment
than by the desecration
of any flag.
I pledge allegiance
to the Earth!
I salute the flag
of the Earth!
Jeff Poniewaz
Slippery Elm
Slippery Elm’s poetry and prose in English and Spanish have appeared in dozens of journals and anthologies in both Europe and North America. He has performed as a part of flamenco groups in Europe, Africa, and North America, in courtly settings, as well as in the streets, by hearth corner, and under leaf. He is the editor and translator of the poetry anthology Your Death Full of Flowers and the author of two pocket poetry books. He compliments his poetry and dance by studying Arabic and Hebrew philologies.